lunes, 25 de abril de 2011

Remember me

Hace un rato que me he perdido entre tus fotografías. Imágenes y recuerdos que no pertenecen en absoluto a mi vida, pero con los que ya estoy más que familiarizada. Incluso me he sorprendido riendo de forma espontánea con algunas instantáneas en las que aparece gente que no tengo el gusto de conocer... Tu vida.

Repito: tu vida. Una vida en la que yo sólo tengo una aparición estelar. Sólo coloco una pieza en ese inmenso rompecabezas. Tu vida... Podría tratar de robarte piezas, hacerme con ellas y colocarlas yo, sin que te dieses cuenta. Adquirir protagonismo. Pero no, así no se hacen las cosas. Eres tú el que debe darme las piezas que quieras. Ni una más, ni una menos.

Caliento un café y me dejo caer en mi cama, acomodándome entre los cojines, mientras la misma idea sigue dando paseos en mi cabeza. Tu vida. Contiene un pronombre personal en segunda persona del singular que dista mucho de pertenecer al pronombre personal de la primera persona del plural que es el que a mí me gustaría. Tu vida, nuestra vida. El puente que separa ambos conceptos es inmenso. ¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Cruzar? ¿Andar? ¿Yo sola?




P.D.: Quiero agradecer a Somewhere over the rainbow el que me haya obsequiado con esta imagen. La ha encontrado por Internet y ha pensado en mí. Muchísimas gracias, guapa.

A los demás, millones de gracias. Últimamente el blog está creciendo mucho, y es todo por vosotros. Entráis y comentáis y yo no puedo estar más que agradecida. Me sacáis más de una sonrisa al día.
Más de 16.000 visitas, 269 seguidores y más de 200 comentarios.
Gracias a cada visitante que se toma la molestia en leer las cosas que escribo y en comentar.
=)

martes, 19 de abril de 2011

Te has marchado, ya te has ido

Te tenía a mi lado pero estaba intranquila. El calor sofocante de la habitación y comprobar que su sueño era profundo no me dejaban a mí conciliar el sueño. Al finl me dejé llevar, calmé mis lágrimas y mi respiración entrecortada y le abracé por la espalda.

No sé en qué momento me encontró el sueño, pero sé que caí en sus redes. La prueba de ello fue la ligereza de mi lengua a la hora de soltar confesiones. ¿Por qué trataba de inventarme una realidad paralela en la que decía todo lo que en verdad callo?

Mis ojos te miran, aunque no como siempre. Están rogándote que entiendas todo lo que te quiero decir sin que sea necesario pronunciar una sola palabra. Te están tratando de transmitir que ya sólo eres tú, que desde hace tiempo ya no hay nadie más... Que ya no quiero a nadie más. Que deseo con todas mis fuerzas que tú sientas lo mismo.

Oigo un ruido a lo lejos. Está rompiendo nuestro momento. Mi momento de sinceridad. Nos alejamos y me doy cuenta de que es el despertador el que me está trayendo de vuelta, el que hace que en minutos te despidas de mí y cruces la puerta de una habitación que huele a ti, que tiene tus huellas dactilares en cada centímetro de su dimensión.

Te has marchado, ya te has ido, y yo me pregunto cuándo reuniré la fuerza necesaria para hacer de mi sueño una realidad.

miércoles, 6 de abril de 2011

Calada hasta los huesos

Yo, sola, bajo el agua de esta ducha que trata de simular la lluvia, que evoca tu presencia, que te atrae a mí como si fueras un ser místico. Tú, que a saber dónde estás ahora mismo. Seguro que no estás pensando en mí y, además, ni te imaginas que yo sí que estoy pensando en ti mientras siento cada gota de agua atravesando mi piel, imitando a las cosquillas y la agradable sensación que tus besos me producen.

Yo, sola, bajo el agua de esta ducha, te echo de menos mientras mis lágrimas, vergonzosas, se camuflan con el resto de gotas de agua, temerosas de que sean sorprendidas reflejando unos sentimientos que me niego a reconocer. Mezcla de felicidad y de temor.

Yo, sola, bajo el agua de esta ducha, esperando que cualquier día de estos puedas estar aquí, junto a mí, haciéndome compañía.